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Distorsiones cognitivas: cómo tus pensamientos pueden jugarte malas pasadas

¿Alguna vez te has sorprendido pensando cosas como «Siempre lo hago mal», «Nadie me entiende» o «Esto es un desastre»? Si es así, no te preocupes, no estás solo/a. Estos pensamientos, que parecen inocentes, son ejemplos de lo que en psicología llamamos distorsiones cognitivas o errores del pensamiento.

Las distorsiones cognitivas son patrones de pensamiento que nos llevan a interpretar la realidad de manera incorrecta o exagerada, lo que puede generar estrés, ansiedad, baja autoestima y otros problemas emocionales. Lo interesante es que, aunque son automáticas y muy comunes, se pueden trabajar y superar. En este artículo, vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre las distorsiones cognitivas y cómo la terapia puede ayudarte a gestionarlas.

¿Qué son las distorsiones cognitivas?

Las distorsiones cognitivas son errores sistemáticos en nuestra forma de pensar. Por ejemplo, imagina que cometes un error en el trabajo y automáticamente piensas: «Soy un desastre, nunca hago nada bien». Este pensamiento es una distorsión llamada pensamiento polarizado o «todo o nada«, donde solo ves las cosas en extremos (todo mal o todo bien) sin considerar los matices, o blanco o negro, sin pensar en los grises.

Estos errores del pensamiento suelen pasar desapercibidos porque los asumimos como verdades absolutas. Sin embargo, afectan a nuestra manera de sentir y actuar, lo que puede generar problemas en nuestra vida diaria.

Tipos comunes de distorsiones cognitivas

Aquí tienes algunas de las distorsiones cognitivas más comunes. Es probable que te reconozcas en más de una:

  1. Pensamiento todo o nada: ver las cosas en blanco o negro, sin términos medios.
  2. Generalización excesiva: sacar conclusiones amplias a partir de un único evento. Ejemplo: «He suspendido un examen, nunca seré capaz de aprobar nada».
  3. Filtro mental: fijarte solo en los aspectos negativos de una situación y pasar por alto los positivos.
  4. Catastrofismo: imaginar que siempre ocurrirá el peor escenario posible.
  5. Personalización: culparte por cosas que no dependen de ti.
  6. Lectura de mente: asumir que sabes lo que piensan los demás sin ninguna evidencia.
  7. Razonamiento emocional: creer que lo que sientes es una verdad absoluta. Ejemplo: «Si me siento inútil, es porque lo soy».

¿Por qué tenemos distorsiones cognitivas?

Las distorsiones cognitivas suelen estar relacionadas con nuestras experiencias pasadas, creencias profundas y la forma en que nuestro cerebro busca atajos para procesar información rápidamente. Aunque estas distorsiones a veces pueden ser útiles (por ejemplo, para reaccionar rápido en situaciones de peligro), en la mayoría de los casos, nos llevan a conclusiones incorrectas que afectan nuestro bienestar emocional.

Además, las distorsiones se alimentan a sí mismas: un pensamiento negativo puede generar emociones intensas, que a su vez refuerzan el pensamiento, creando un círculo vicioso difícil de romper sin ayuda.

¿Cómo puede ayudarte la terapia?

La buena noticia es que las distorsiones cognitivas no son una sentencia de por vida. En terapia en ISANEP, trabajamos para identificar y desafiar esos patrones de pensamiento que te están perjudicando. Aquí te explicamos cómo:

  1. Tomar conciencia: el primer paso es aprender a reconocer tus distorsiones. Puede ser útil llevar un registro de tus pensamientos para entender cómo influyen en tus emociones y comportamientos.
  2. Cuestionar tus pensamientos: en terapia, aprenderás a desafiar esas «verdades absolutas» que tu mente te presenta. Por ejemplo, ¿realmente todo lo haces mal o solo hubo un error puntual?
  3. Reestructuración cognitiva: este es un proceso en el que sustituyes los pensamientos distorsionados por otros más equilibrados y realistas.
  4. Práctica diaria: cambiar tus patrones de pensamiento requiere tiempo y práctica. Con ayuda de un psicólogo, aprenderás estrategias para aplicarlo en tu día a día.

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es especialmente eficaz para trabajar las distorsiones cognitivas. Esta metodología se centra en cambiar los pensamientos y comportamientos que están detrás de tus emociones negativas, ayudándote a sentirte mejor y afrontar las situaciones de forma más saludable.

Beneficios de trabajar tus distorsiones cognitivas

Superar las distorsiones cognitivas no solo mejora tu estado de ánimo, sino que también tiene un impacto positivo en tus relaciones, tu trabajo y tu calidad de vida en general. Al aprender a pensar de forma más objetiva y equilibrada, reduces el estrés, aumentas tu autoestima y tomas decisiones con mayor confianza.

¿Te reconoces en alguno de estos pensamientos?

Si sientes que tus pensamientos te están jugando malas pasadas y afectan tu día a día, no tienes que enfrentarlo solo/a. En ISANEP, nuestro centro de psicología en Alcalá de Guadaira, trabajamos con personas como tú para identificar y superar esas barreras internas que impiden que vivas plenamente.

Puedes reservar tu consulta llamando o escribiéndonos por WhatsApp al 651999800, o a través de Doctoralia (https://www.doctoralia.es/clinicas/isanep-neuropsicologia-psicoterapia-y-logopedia).

Estamos aquí para ayudarte a encontrar claridad y bienestar.

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