Nuestro cerebro recibe información sensorial continuamente a través de las diferentes experiencias que vivimos. Desde pequeños el cerebro se va conformando en base a la estimulación recibida, por esta razón es importante tener en cuenta el entorno al que exponemos a nuestros hijos, ya que influirá en su desarrollo.
¿La estimulación digital puede ser un problema?
Las nuevas tecnologías son una herramienta útil que cada vez está más integrada en nuestro día a día, pero es necesario tener en cuenta que si no se utilizan adecuadamente pueden ser perjudiciales principalmente para la salud de niños y adolescentes. Una sobreestimulación digital puede ser perjudicial para el cerebro, principalmente a edades tempranas.
Exponer a los menores a pantallas durante un tiempo prolongado con gran cantidad de estímulos, dificulta la capacidad de procesarlos de manera adecuada, pudiendo dificultar el correcto desarrollo de diferentes áreas cognitivas, como son, la atención, la memoria, el lenguaje, entre otras. Además, cuando exponemos al cerebro a altos niveles de estimulación como ocurre con las pantallas, este posteriormente buscará el mismo umbral de estimulación al que ha estado expuesto, siendo muy difícil que esto ocurra con otro tipo de actividades, como pueden ser las académicas, dando lugar a falta de concentración y frustración.
Otro aspecto relevante con relación a las pantallas es la gratificación que producen de manera instantánea, sin dar lugar a la espera. Algunos de los efectos que pueden darse pueden ser:
- 1. Gratificación instantánea: Las pantallas, especialmente los dispositivos electrónicos y las plataformas en línea, a menudo ofrecen gratificación instantánea, permitiendo acceder rápidamente a cualquier contenido. Los niños pueden acceder rápidamente a juegos, videos, redes sociales y otros tipos de entretenimiento, lo que puede afectar su capacidad para esperar y tolerar la demora en la obtención de recompensas.

La exposición constante a la gratificación instantánea a través de las pantallas puede tener un impacto en la capacidad de los niños para esperar. La paciencia es una habilidad que se desarrolla a través de la práctica, y el acceso constante a recompensas inmediatas puede dificultar la tolerancia a la demora.
- 2. Desafíos en la autorregulación: El uso excesivo de pantallas puede interferir en el desarrollo de la autorregulación, que implica la capacidad de controlar impulsos y regular el comportamiento. La gratificación instantánea puede hacer que los niños encuentren más difícil esperar y planificar a largo plazo.
- 3. Impacto en la salud mental: El acceso constante a pantallas y la gratificación instantánea pueden contribuir a niveles más altos de ansiedad en algunos niños. La incapacidad para esperar puede contribuir a niveles más altos de ansiedad en algunos niños. La incapacidad para esperar puede generar frustración y malestar cuando se enfrentan a situaciones en las que la recompensa se retrasa.
Sumado a los efectos comentados anteriormente, el uso desmedido de las pantallas puede dar lugar a problemas como los siguientes:
- 1. Adicción digital: El uso excesivo de las pantallas puede llevar a una dependencia digital, donde los niños y adolescentes pueden tener dificultades para desconectarse y dedicar tiempo a otras actividades importantes, como el estudio, el ejercicio o las interacciones sociales cara a cara.
- 2. Problemas de sueño: El uso de teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos por la noche puede interferir en el sueño, ya que la luz azul de las pantallas puede afectar negativamente a la producción de melatonina, una hormona clave para el sueño.
- 3. Problemas de salud mental: La exposición constante en las redes sociales puede provocar ansiedad y depresión, pudiendo afectar a la autoestima de los adolescentes.
- 4. Problemas de concentración: El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede afectar notablemente a la capacidad de concentración de los niños y adolescentes, afectando especialmente en el rendimiento de las actividades académicas.
Sin embargo, también hay aspectos positivos en el uso de dispositivos electrónicos, pero para ello es necesario establecer límites razonables y utilizarlos adecuadamente.

Algunos de sus beneficios pueden ser:
- 1. Acceso a la información educativa: Los teléfonos móviles pueden proporcionar a los adolescentes acceso a recurso educativos en línea, aplicaciones educativas y herramientas de estudio.
- 2. Conexión social: Los teléfonos móviles permiten a los adolescentes mantenerse conectados con amigos y familiares.
- 3. Desarrollo de habilidades tecnológicas: el uso de estos dispositivos puede ayudar a desarrollar diferentes habilidades tecnológicas importantes para el mundo actual.
El progreso de las nuevas tecnologías y la irrupción de estas en nuestro día a día es un hecho evidente, como también lo es su utilidad como herramienta para el progreso. Pero únicamente esto será posible si se hace un uso adecuado de ellas.