Las ventajas de practicar técnicas de relajación

Cuántas veces vamos a los sitios con prisa, corriendo a todas partes, pensando que nos falta tiempo para todo. Cuántas veces tenemos que enfrentarnos a una situación que nos genera una tensión que no creemos ser capaces de controlar: exámenes, entrevistas de trabajo, conocer a alguien… Todas estas situaciones nos provocan estrés. Pero además hay otra serie de situaciones que el simple hecho de pensar o imaginar que nos tenemos que enfrentar a ellas ya nos produce sensaciones desagradables de tensión o ansiedad. El estrés y la ansiedad son perjudiciales para la salud, pero además de estos efectos negativos a medio y largo plazo, provocan desventajas inmediatas a la hora de enfrentarnos a la situación: nos impide pensar con claridad, ser resolutivos o incluso actuar de forma eficaz.

¿De qué manera podemos reducir esa ansiedad?

Una de las opciones que podemos llevar a cabo es actuar sobre la tensión y activación fisiológica que sentimos en esas situaciones, tratando de reducirla y eliminarla. La relajación actúa directamente sobre estas respuestas de tensión o activación fisiológica, ya que es la única respuesta incompatible con la ansiedad: no podemos estar ansiosos y relajados a la vez.

Si conseguimos una relajación muscular profunda, se reduce la tensión fisiológica. Esta relajación es incompatible con la ansiedad, lo que significa que si aprendemos a relajarnos ante las situaciones que nos provocan ansiedad, anularemos esa ansiedad.

La relajación es una habilidad, por lo que puede aprenderse, pero además es necesario practicarla para que nos ayude a luchar contra la ansiedad y el estrés.

Por lo tanto, es muy recomendable practicar la relajación como una rutina más en el día a día, ya que las ventajas y resultados obtenidos tras un entrenamiento en relajación han sido más que demostradas:

  • Disminuye la tensión muscular tónica.
  • Disminuye el ritmo cardiaco.
  • Aumenta la vasodilatación, lo que proporciona un aumento del riego periférico y, por tanto, de la oxigenación celular.
  • Disminuye la frecuencia respiratoria y aumenta la intensidad de la inspiración.
  • Disminuye la secreción de adrenalina.
  • Disminuye la cantidad de ácido láctico en la sangre.
  • Disminuye el metabolismo basal, el colesterol y los ácidos grasos en el plasma, aumenta la leucocitis, etc.
  • Disminuye los niveles de tensión y ansiedad (e incluso desaparecen).
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